De Monos y Perros
En un impulso megaprogresista, (que no es que yo lo vea mal) el gobierno quiere impulsar una ley que proteja los derechos de los simios y termine con su esclavitud. Y como ya he dicho no es que yo lo vea mal. Pero a cuento del asunto paseaba yo por mi pueblo y me entraron ganas de mear. Esperé hasta llegar a casa; fíjate. Por civismo, pensé. Y por que es ilegal, para qué nos vamos a engañar.
Cerca ya al número 8, un perro apretaba junto al portal del edificio. Apretaba y apretaba y el zurullo salió y se estampó en el suelo.
¡Coño! Ellos pueden y yo no, pues nadie se molestó. _Seguro que a un simio no le dejarían_ pensé.
¿Os imagináis a un mono cagando en la calle? Y es que las costumbres hacen leyes. Estamos más que acostumbrados a ver los mojones de los chuchos. Pero no creo que pudiéramos asimilar con la misma naturalidad las mierdas, casi humanas, de un primate peludo.
Con todo ello espero que a los simios le igualen sus derechos con los de los humanos, mejor que con los perros, y así seguirán siendo ellos (los perros) los únicos que aun cagan en la calle.
LA FRASE DE HOY
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